Es el día de la lavandería y el delgado KC Blaise está buscando un poco de ayuda de su novio, el atlético Ricky. Sin embargo, Ricky solo tiene una cosa en mente, y eso se está volviendo extraño en la lavandería mientras nadie está mirando. Se desliza en la secadora e insta a KC a sacar su deliciosa polla para poder darle una mamada babosa. Al principio, KC Blaise es vacilante, pero después de aceptar la idea, se da por vencido y hace todo lo posible.
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