Lo tenía todo bien planificado, y es que es uno de esos tíos a los que los chicos asiáticos le ponen muy cachondo. Hay que reconocer que lo cierto es que tienen mucho morbo, especialmente aquellos que tienen sus cuerpos bien definidos, tal y como exhibe uno de estos dos muchachos. Así pues no tardan mucho en desnudarse y comenzar con aquello que tenían pensado a hacer. Comienzan besándose, tocándose y finalmente el dueño de la casa es el que penetra el culito del más joven de los dos asiáticos, mientras se la come al otro. Siguieron así, siendo él el centro de toda la follada, aunque luego cambiaron y fue el chino más corpulento el que taladró su culito. Al final los tres se corrieron y acabaron en la cama comiéndose la pizza que uno de ellos había llevado a casa como presente.
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