La situación comienza en un entorno inmejorable: un club de fetiche BDSM gay, con todos los trozos, rollo de cuero, marcado y ofreciendo buenos. Ahí es donde conocen los dos hombres de cabello oscuro John y Julian, que ya se han prestado atención. Sin siquiera besarse, comienzan a tirar de sus colas, es la gracia de los clubes de sexo gay, que puedes volverte loco. Vestidos en cuero con culo desnudo, bolas y polla, se pueden perforar sin obstáculos y sin piedad.
Besos negros, mamadas … el pedido no importa, pero todo es muy bueno, sexo gay duro con empujes de polla, náuseas, abofeteando … al infierno con él, todo placer. Las cosas se ponen interesantes cuando un tipo de cabello oscuro se pone en el columpio y, con mucho lubricante, recibe una mano entera sobre su trasero. ¡A buen puño gay! No deja de penetrarlo hasta que su brazo alcanza su codo.
¡Qué deleite de gilipollas dilatado! ¡Rosa, enorme! Tanto es así que una polla la entra sin sacar su puño. Qué bueno ver todo el semen derramado por ese enorme trasero.
Add Comment