Douglas Smith lleva un tiempo fijándose en Sir Peter, esa marica con mirada intensita que tiene una follada tremenda, pero no tiene huevos de entrarle nunca… hasta hoy. Con la excusa se perdirle un poco de azúcar que le hace falta, los dos suben a casa de Peter y ni azúcar ni hostias, estos dos tíos cachondos se dan al lío sin contemplaciones, se nota que el deseo les puede.
Ya entran besándose en casa y se van a la terraza para hacer un poco de sexo gay al aire libre. Douglas no duda en meterse el enorme miembro sexual de Peter en la boca, una polla monstruosa que casi no le deja ni respirar.
Peter empieza a lamerle el culo con la única intención de meterle todo el rabo tieso, hasta que lo dilata por completo y se follan en unas cuantas posturas maricas recomendadas para el mejor sexo gay. ¡Flipas con los gemidos! ¿Dolor o placer? Los dos quedan pringados de semen. Ufff, qué ganas de follarme al vecino.
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